Todo comenzó con la entrega del memorándum, el cual es entregado a cada programa
una semana con anticipación para una correcta preparación de dicha actividad
dirigida por un programa. Las delegadas o delegados son los encargados de dar a
conocer dicha actividad a sus compañeros, para luego denominar a cada compañero
el papel que cumplirá dicho día, se organiza de forma voluntaria o por sorteo,
del cual salen un cuerpo de escolta, maestro de ceremonia, y los disertantes de
las fechas cívicas, A si también los que decoran el estrado y los que se
encargan de realizar y entregar los recordatorios.
Recuerdo
muy bien a qué día lunes por que tenía en mi poder un papel importante. El
miedo y los nervios se iban apoderando de mí más y más a cada minuto a cada
instante. Creí que dirigir la formación con un equipo de sonido sería lo mejor,
pero nos falló, y a consecuencia de ello tuvimos que alzar la voz, el cual se
nos hizo algo difícil, pese a ello lo logramos.
Al
estar en frente de todos los alumnos y ver sus ojos, analizar sus gestos y
sentir su apoyo tras sus aplausos, causó en mí una sensación de paz y de que
todo estaría bien. Sinceramente el hecho de dirigirme a una masa de alumnos y
maestros fue una experiencia que nunca se sabe olvidar.
Yo y
todos mis compañeros y compañeras aprendimos de dicha actividad. Siendo esta la
primera que dirigimos en nuestra casa de estudios.
AUTORA: AGUILAR QUISPE, Ruth Carina.
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